¿Dónde están los mandos efectivos?
Toda toda una semana y durante
los turnos de tarde y noche, la policía local de Torrevieja careció
de mandos efectivos, y los agentes de base tuvieron que hacerse cargo
de una responsabilidad que no les pertenece.
A pesar de los más de 20
mandos que acumula la jefatura de Torrevieja, -y de los reiterados
avisos que ha registrado este sindicato-, se ha establecido un
sistema chabacano que acumula mandos en el agradable turno de la
mañana, mientras durante la tarde y la noche, en numerosas
ocasiones, son los agentes de base quienes se ven en la obligación y
la responsabilidad de gestionar el servicio policial y la toma de
decisiones. Y todo ello a sabiendas del jefe de la policía y del
Director General, nombrado a dedo, en su momento, por el
ex-presidiario Hernández Mateo.
Si el Alcalde no ha cambiado
nada en la estructura de mandos, nadie puede sorprenderse de que todo
siga igual. Mandos que cobran turnicidad y sólo trabajan de mañana
y otros, que entienden la nocturnidad, como un complemento en su
nómina que no practican.
Y mientras se siguen creando
unidades pioneras
sin el más mínimo atisbo de los principios que rigen la función
pública, como la igualdad, el mérito y la capacidad, los efectivos
reales en la calle menguan a marchas forzadas, y además se ven
obligados a ejercer de mando y a cubrir los agujeros de otras
unidades que se van quedando vacías.
A los agentes de base nos
gustaría contar con los medios suficientes y necesarios para poder
llevar a cabo nuestras funciones con seguridad y dignidad, y no tener
que preocuparnos de si un vehículo –patrulla tiene o no seguro en
vigor o la ITV pasada, de si llevamos extintor o botiquín o un
simple rollo de cinta policial, ni de ir mendigando prendas de
uniformidad que nos corresponden, que se nos pongan pegas absurdas y
constantes cuando solicitamos cursos para formarnos en materias
básicas para nuestro trabajo, que se nos faciliten las prácticas de
tiro anuales obligadas por ley en vez de tener que ir a tirar
pagándonos la munición y que luego se nos pida explicaciones por
ello.
Que tuviésemos una estructura
funcional operativa y racional, con un jefe que supiese que es ser
policía y que le interesara algo que no sea su persona. Ni asesores
burócratas que inventan cortinas de humo para seguir cobrando
mientras continúan con los tratos de favor y colocan a sus afines a
dedo, y que se permiten el lujo de etiquetarnos de “buenos “ o
“malos” según le bailemos o no el agua, o cuestionemos sus
milongas, mientras el responsable político de turno se deja engañar
y prefiere mirar para otro lado.
Lo hemos dicho una y otra vez,
CCOO
es estable con sus reivindicaciones, manteniendo una coherencia de
sindicato real – esté quien esté en el poder- y si tenemos que
volver a manifestarnos en las puertas del Ayuntamiento, allí
estaremos.